Pudieran parecer lo mismo, pero no lo son. Cada uno tiene sus características y efectos beneficios. Por eso es bueno distinguir el masaje del quiromasaje porque no son la misma cosa. Sutiles diferencias que te permitirán sacar lo mejor de cada una de estas prácticas.
Masaje y quiromasaje. Suenan casi igual, pero no son lo mismo. Cada uno se caracteriza por unas técnicas determinadas y por proporcionar unos determinados beneficios. Bien aplicados por buenos profesionales te ofrecerán un estado de bienestar general según tus necesidades.
Así, mientras el masaje mejora la circulación de la sangre y el flujo de la linfa, lo que ayuda a aumentar la capacidad de la sangre para transportar oxígeno y a eliminar sustancias tóxicas e impurezas, el quiromasaje es una gama de manipulaciones variadas y técnicas de presión sobre puntos practicados sobre la superficie corporal con fines terapéuticos.
Por eso es una técnica especialmente indicada para aquellas personas que padezcan dolores de origen muscular, tendinoso o cuyo origen radique en los tendones. La presión de determinados puntos se traduce en efectos sedantes sobre el sistema nervioso y en la liberación de sustancias analgésicas endógenas o propias.